Los alcaldes y alcaldesas se afianzan sobre un poder basado principalmente en la estructura partidista más que en la comunidad local
Francisco Collado y Ángel Valencia
Universidad de Málaga
La figura del alcalde mantiene una singular paradoja. Y es que, mientras es uno de los agentes políticos individuales más observados por la ciudadanía en sus respectivos municipios, es uno de los actores a los que menos atención se le ha prestado por parte de la Ciencia Política en España en comparación con los representantes de ámbito estatal y autonómico. No es de extrañar esta situación de amplio conocimiento y fijación por parte de los votantes debido al modelo de alcalde-presidente o alcalde con un fuerte liderazgo que produce el sistema de gobierno local en España. De una forma u otra, el alcalde es la personificación de la dirección política de una población en un sujeto claramente identificable. De aquí, que tiene un carácter político, social y especialmente simbólico para su comunidad. En cambio, si observamos la cuestión desde la óptica de los expertos, las principales razones de esta escasa preocupación son principalmente dos. En primer lugar, las elecciones locales constituyen una competición de segundo orden en comparación con las de ámbito nacional y regional. En segundo lugar, la distribución territorial del poder en España concede una especial preeminencia a las comunidades autónomas, en detrimento de los poderes locales que se han ido ajustando de forma improvisada conforme se desarrollaba el mapa autonómico y más racionalmente conforme se han actualizado los estatutos de autonomía.
La literatura en Ciencia Política en torno a los alcaldes y sistema de gobierno local en España es dispersa en autores, perspectivas y objetos. Por tanto, es una tarea ardua la sistematización de los “localistas” u ocasionalmente denominados de forma confusa como “municipalistas”, pero que goza de una riqueza considerable ya que de forma agregada cada una de estas aportaciones ha ido arrojando luz en torno a los líderes y las élites, las instituciones, la gestión, las políticas públicas municipales y la sociedad civil en el ámbito más cercano de la política (Hamou, 2021). Ahora bien, sí podemos afirmar la existencia de una producción considerable en torno al desarrollo de los comicios municipales, pero nos falta una definición, un conocimiento en profundidad e interpretaciones sobre quiénes han sido los líderes locales y quiénes lo son actualmente, qué relaciones mantienen con las instituciones, cuáles son sus resultados e impactos y cómo son seleccionados y producidos por las estructuras políticas y sociales más allá de la mera cuantificación electoral. Al respecto, ese conocimiento permitiría establecer un nexo lógico entre los hallazgos que se vienen realizando desde las perspectivas demoscópicas y las perspectivas más vinculadas a los Neo-institucionalismos y la Sociología Política, pudiendo obtener explicaciones que alcancen a los niveles macro, meso y micro del liderazgo político municipal y favorezcan una visión global de la realidad de los cabezas del gobierno municipal.
El estudio inicial desarrollado durante mi etapa predoctoral expone los procesos de construcción de los líderes locales en la Comunidad Autónoma de Andalucía y presenta como principal aportación la existencia de dos tipos ideales de alcaldes (Collado, 2021). Por un lado, los que han sido criados al amparo de la estructura del partido y los que se han hecho fuertes a través de su conexión con la comunidad local. Para cada caso, se trata de perfiles de líderes con trayectorias, intereses y metas políticas diferentes. Esta clasificación conecta con la división realizada tiempo atrás por Quim Brugué (a partir de su adaptación de la investigación de John y Cole que está bastante extendida y aceptada actualmente en Europa), que presentaba el tránsito de los concejales asistenciales y ejecutivos hacia ediles profesionalizados políticamente más acorde con un entorno en el que se estructuran las administraciones locales, el auge de la gobernanza vinculada a la comunidad y los partidos se convierten en entidades dedicadas a la competición política. De esta forma, mi análisis explica cómo en Andalucía hasta ahora parecen ser más exitosos políticamente los primeros y menos deseables los segundos según los resultados electorales en las grandes ciudades debido al peso que mantiene la comunidad local frente a las estructuras políticas. Sin embargo, este balance corresponde a los primeros cuarenta años de democracia local en una comunidad autónoma de un territorio más amplio. Y, por tanto, surge la pregunta en torno a cuáles son los perfiles habituales entre los alcaldes y los concejales en el presente sobre el conjunto del sistema de gobierno local español.
Desde la perspectiva de que el éxito de un alcalde puede medirse por su mantenimiento al frente del poder local, se pueden analizar distintos elementos que permiten evaluar a este agente político. Estos elementos podemos dividirlos según si corresponden al propio sujeto o si pertenecen al entorno político (Collado y Valencia, 2022). Al tener en cuenta los factores individuales que pueden ser beneficiosos cabe mencionar: un poder basado principalmente en la estructura partidista más que en la comunidad local, la experiencia previa en un determinado sector profesional diferente a la vida política y una trayectoria política en distintos niveles de gobierno, aunque su inicio preferiblemente sea en instituciones de los niveles local y provincial. También se debe subrayar que la barrera del género es importante y juega, por desgracia, un efecto negativo la pertenencia al género femenino. Por tanto, la imagen del líder local preparado para el logro se trata de un profesional con un bagaje previo que se ha socializado en profundidad en el partido político y tiene una dilatada carrera política que comienza en el gobierno local. En cambio, los factores ambientales que son exitosos para el éxito del alcalde son: municipios con una reducida población que son abarcables en términos políticos, las victorias por mayoría absoluta y una resistencia a las coyunturas críticas producidas por períodos de nacionalización de la vida local.
Desde enfoques más normativos, la definición de un buen líder local estaría íntimamente unida al concepto de gobernanza democrática (Navarro, 2020). Lo que nos llevaría a expresar tipos ideales de alcaldes cuyo liderazgo y gestión están basados en continuos procesos de negociación e introducción de las demandas sectoriales de la ciudadanía. Sin embargo, la práctica empírica ha demostrado, al menos en España, que son determinados agentes como los actores de la arena económica los que ejercen una mayor capacidad de introducir sus intereses en la agenda local y hacer valer su influencia (Molins y Medina, 2018).
En definitiva, el panorama actual sobre los estudios en torno a los alcaldes permite plantear la disyuntiva entre los perfiles políticamente exitosos y los democráticamente deseables. Ahora bien, la agenda de los politólogos dedicados al ámbito local bien debiera enfocarse en los próximos años en tres aspectos fundamentales: la relación del liderazgo local en el desarrollo de los grandes espacios urbanos, la integración y el impacto de las innovaciones tecnológicas en el estilo y las rutinas de los alcaldes y los debates concernientes a la sostenibilidad y las nuevas formas de desigualdad que puedan aparecer en el entorno local a raíz de la facilidad de acceso de las personas a determinados servicios y/o requerimientos públicos.
Breve bibliografía
- Collado, F. (2021): El liderazgo local en Andalucía durante la democracia (1979-2019). Granada: Comares.
- Collado, F. y Valencia, A. (2022). “La influencia de los factores individuales y contextuales del liderazgo en los alcaldes de larga duración en las capitales de provincia en España”, Revista Española de Ciencia Política, 59; 183-209.
- Hamou, D. (2021). “Municipalismo y movimientos sociales: una tipología crítica”. XV Congreso de la Asociación Española de Ciencia Política. Fecha: 7/7/2021.
- Molins, J. y Medina, I. (2018). “Local interest groups and the perception of power in Spanish cities”, Revista Española de Ciencia Política, 46: 77-102.
- Navarro, C. (2020). “La ciudad como comunidad política: estado actual y retos”, Panorama, 32: 65-76.