El pasado mes de enero fue relevante para las ciudades. En primer lugar, el Ministerio de Fomento cambió su denominación tradicional por la de Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana[1]. De este modo, la Política urbana en España parece adquirir, por primera vez, una mayor visibilidad y grado de institucionalización. En segundo lugar, la ciudad de Oporto acogió el 4th Cities Forum 2020, un evento bianual organizado desde 2014 por la Dirección General de Política Regional y Urbana de la Comisión Europea.
[1] Según el Real Decreto 2/2020, de 12 de enero, por el que se reestructuran los departamentos ministeriales, corresponde al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana: “la propuesta y ejecución de las políticas del Gobierno en materia de infraestructuras, de transporte terrestre de competencia estatal, aéreo y marítimo, a fin de garantizar una movilidad justa y sostenible, así como de Agenda Urbana, vivienda, calidad de la edificación y suelo”.
Como en ediciones anteriores, el Foro de las ciudades ha generado un marco para que distintos stakeholderscompartiesen conocimiento y experiencia, además de reflexionar sobre la dirección en la que debe ir el desarrollo urbano en el marco de la nueva Política de Cohesión de la UE. En la edición de este año, con el título “Together we shape a sustainable urban future”, la nueva Comisaria de Política Regional, Elisa Ferreira, afirmó que las ciudades tendrán un lugar muy relevante en la Política de Cohesión 2021-2027, señalando su compromiso para que los actores locales tengan voz en el proceso de definición de la dimensión urbana de dicha Política. A ello se espera que contribuya la Presidencia Alemana durante el segundo semestre del 2020, que en la actualidad está revisando la Carta de Leipzig (2007), un documento que supuso un punto de inflexión en el proceso de desarrollo de la Política Urbana de la UE. Entre los asuntos más relevantes que tuvieron cabida en el Foro, cabe destacar la presentación del estudio de evaluación de la Agenda urbana para la UE (2019), el Manual de Estrategias de Desarrollo Urbano Integrado (2020) y la Iniciativa Urbana Europea, si bien esta última aún está en fase de definición.
En plenas negociaciones del próximo Marco Financiero Plurianual, lo que sabemos respecto a la dimensión urbana de la nueva Política de Cohesión es que reforzará el enfoque estratégico como método de trabajo y la gobernanza multinivel como marco de elaboración de políticas públicas. Dicho de otro modo, para obtener acceso a la financiación, las ciudades tendrán que familiarizarse con estas lógicas de gestión y de policy-making. Se mantiene, además, el enfoque place-based y la actuación claramente orientada a la consecución de objetivos, al tiempo que aumenta la importancia de las áreas funcionales como territorio de referencia, no necesariamente coincidentes con la delimitación territorial administrativa.
Precisamente, en términos de objetivos, sabemos que los 11 objetivos temáticos actuales se reducen a 5 objetivos estratégicos, a los que se suman 2 objetivos transversales, que son la capacitación administrativa y la cooperación entre territorios y en las fronteras. Concretamente, la dimensión urbana de la nueva Política de Cohesión se sitúa en el objetivo estratégico 5: Una Europa más cerca de los ciudadanos (desarrollo sostenible de áreas urbanas, rurales y costeras, así como iniciativas locales).
Por lo que respecta al desarrollo urbano sostenible, la dotación del FEDER pasará del 5% al 6% y se enmarcará en el objetivo anteriormente mencionado (Objetivo 5). También se habla de la introducción de una serie de requisitos mínimos para un desarrollo territorial/urbano integrado como son: a) la elaboración de estrategias urbanas integradas in place y b) que las entidades locales se impliquen en la selección de las propuestas. Ahora bien, la principal novedad que se propone, más allá del aumento del porcentaje mínimo que los Estados miembros tendrán que dedicar al desarrollo urbano sostenible es la denominada Iniciativa Urbana Europea (EUI), en la que parece que se integrarán instrumentos ya existentes como el programa URBACT y las Acciones Urbanas Innovadoras. El objetivo de la EUI es aumentar la coordinación y coherencia de los programas e iniciativas de carácter urbano que ya existen en la Política de Cohesión a través de tres vías, que son el apoyo a (i) la generación de capacidad –capacity building-, (ii) las acciones innovadoras y (iii) la generación de conocimiento, el desarrollo de la política y la comunicación.
Este marco, que en el momento presente se dibuja con un grado alto de continuismo respecto al periodo 2014-2020, generará oportunidades importantes para los Estados miembros, sus regiones, y sobre todo para sus ciudades, ya que será en estas últimas donde se implementarán las acciones que recibirán la co-financiación del 6% del FEDER en cada país. Todo ello quedará fuertemente determinado por la negociación entre la Comisión Europea y cada estado, donde las prioridades de ambas partes deben llegar a un punto de encuentro.
En el caso español por primera vez esta negociación se dará con la Agenda Urbana Española como marco propuesto por el Gobierno para guiar la acción de las ciudades hacia la sostenibilidad, y en último término para conseguir alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de Naciones Unidas a nivel local. En base a todo esto, se abre ante nosotros un año de gran interés, donde veremos cómo se formaliza finalmente la dotación del FEDER para las ciudades españolas. En su definición es clave que el Gobierno y los Ministerios que estarán implicados (al menos Hacienda, como gestor del FEDER, y Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, como responsable de la Agenda Urbana Española) escuchen a las ciudades, tomando nota de sus necesidades y problemáticas en el escenario presente y poniendo en valor toda la experiencia que muchas de ellas han acumulado a la hora de abordar la sostenibilidad a nivel local.
Profesora del Departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio
ETSAM – Universidad Politécnica de Madrid
Profesora del Departamento de Ciencia Política
Universidad Autónoma de Madrid